Mesa redonda sobre la patrona

El salón de plenos del ayuntamiento acogió ayer una mesa redonda sobre la Inmaculada Concepción, patrona de Alhendín. El encargado de moderarla fue el alcalde del municipio, Francisco Rodríguez, quien afirmó que la salida a la calle de la imagen de Pedro de Mena es lo que diferencia unas fiestas grandes, como las que se celebran este año, y lo que “nos une a todos los alhendinenses”.

En la mesa participó Antonio Manuel Montosa, párroco del pueblo, Francisco José Pérez, licenciado en Historia del Arte y funcionario del ayuntamiento, Manuel Ramírez, Hermano Mayor de la Hermandad Inmaculada Concepción, y Carmela Zambrano, una vecina muy comprometida con la Iglesia y la patrona.

La primera intervención corrió a cargo de Francisco José Pérez, quien explicó con detalle el contexto histórico artístico que vivió Granada antes y durante la creación de la Inmaculada por parte del escultor Pedro de Mena en el siglo XVII. “Aunque fue discípulo de Alonso Cano, Pedro de Mena nunca copió su estilo, solo su técnica, e hizo la Inmaculada de Alhendín huyendo del clasicismo barroco y utilizando un lenguaje más propio del naturalismo”, subrayó.

Por su parte, el párroco sostuvo que “la Inmaculada, aunque decimos que es una mujer, no es una mujer, sino la representación de un misterio que expresa que María fue concebida sin el sentido del pecado original sino como llena de gracia” y afirmó que “hay demasiada idolatría hacia la patrona y pienso que hay que ir más allá de la cáscara, de verla en la calle, y mantener la fe a través de ella para que Alhendín no pierda su identidad”.

Manuel Ramírez mostró su ilusión y la de su equipo la salida en procesión de la Virgen y agradeció el trabajo de todos los miembros de la Hermandad, en especial, de su Junta directiva. “Asumimos una gran responsabilidad y aunque ponemos mucho cariño en lo que hacemos, es difícil que pueda gustar a todos”, dijo.

Por último, Carmela Zambrano contó anécdotas que nunca borrará de su memoria. “La única vez que la Virgen salió de Alhendín la llevaron en un camión de Espinosa muy protegida por los vecinos por miedo a que se estropeara. Como el pueblo entero quería acompañarla, hubo muchos que se fueron corriendo a Armilla a coger el tranvía porque aquí no entraba más gente. Una vez en Granada, las Hijas de María gritaban a la gente que se asomara a los balcones para ver la maravilla de Virgen que llevaban y, en verdad, la gente quedaba maravillada. Ya a la vuelta, empezó a chispear y se tiró toda la noche lloviendo. Como había sido un año muy seco, al día siguiente, repicaron las campanas y se le dio una vuelta por la Plaza para que lloviera más”.

Esta mesa redonda forma parte de las actividades sobre la Virgen que preceden a las Fiestas patronales. En Mayo, el Ayuntamiento organizó una charla para que los más pequeños conocieran a su patrona.

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