Jóvenes que viven en el ámbito rural y padecen trastorno límite de personalidad, una ligera discapacidad intelectual también conocida como Borderline, harán prácticas laborales en el Ayuntamiento de Alhendín en virtud de un convenio firmado con la Asociación Granadina Borderline en la Diputación Provincial de Granada y al que también se suman otros municipios vecinos como Albolote, Vegas del Genil, Churriana de la Vega, Dílar, Gójar, Huétor Vega, La Zubia, Peligros y Loja. Son los primeros municipios que se adhieren a esta iniciativa para promover prácticas laborales no remuneradas entre chavales diagnosticados Borderline que trabajarán durante tres meses en sus oficinas municipales. Para el alcalde de Alhendín, Francisco Rodríguez, “hoy en día las instituciones públicas debemos facilitar a asociaciones y ONGs las cosas con nuestro apoyo y que así lo sientan tanto esos chavales como sus familiares”. Por su parte, el presidente de la Diputación señaló que los beneficiarios de estas prácticas “tienen todo el derecho del mundo a integrarse en la sociedad con total naturalidad y normalidad”. “Estos ayuntamientos se acercan a ellos porque estos chavales tienen muy complicado venir a la capital”, manifestó Sebastián Pérez que agradeció a los alcaldes y concejales presentes, además de a los representantes de la Asociación Granadina Borderline, su “buena voluntad a la hora de colaborar en este tipo de causas de carácter social”. La Asociación Borderline Granada había detectado la necesidad de impulsar la integración de sus asociados en el ámbito rural quienes, hasta la fecha, no han tenido las mismas facilidades de sus compañeros de la capital para realizar tanto cursos en la asociación como prácticas laborales. De ahí que, en colaboración con la Diputación Provincial de Granada, que dará asistencia técnica a estos ayuntamientos, haya impulsado su relación con los municipios de la provincia. La Asociación Granadina Borderline tiene entre sus objetivos alcanzar la mayor autonomía posible para estas personas y, en este sentido, es esencial que ellos puedan tener la oportunidad de conocer el mercado laboral. La importancia estos convenios firmados con los municipios no estriba solamente en “que estos chicos hagan sus prácticas, sino que las personas que en el pueblo puedan tener también una persona con esta misma discapacidad se enteren de que existimos”, señaló Elvira Bueno, presidenta de la asociación.
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